Nunca ha sido tan urgente controlar nuestro consumo de energía: con el cambio climático y las tensiones geopolíticas, esto ha pasado a primer plano de nuestra atención. Varios países del mundo han empezado a tomárselo en serio, con los gobiernos obligando a sustituir los contadores analógicos por los digitales: permitiendo a los ciudadanos controlar mejor su consumo y automatizar la obtención de datos, esto no solamente contribuyó a reducir el consumo global de energía, sino que también un ahorro en los costes operativos gracias a la lectura a distancia de los contadores.
Mientras algunos países han completado el despliegue de contadores inteligentes (los países escandinavos, España, Italia), otros están en la mitad de ello (Irlanda, Bélgica) o están iniciando el proceso (Polonia, Alemania, y otros). En consecuencia, muchas empresas europeas de servicios de campo del sector de los servicios públicos están necesitando adaptarse para cumplir los plazos de implantación, teniendo en cuenta dos aspectos operativos clave:
- Asegurar que las instalaciones de contadores inteligentes cumplen los estándares de calidad, para garantizar el buen funcionamiento de los contadores a largo plazo.
- Garantizar que estas instalaciones son seguras (por ejemplo, evitar una fuga de gas al instalar un contador de gas inteligente).
Al final, esos dos objetivos sirven para un propósito: ofrecer una excelente calidad de servicio para satisfacer a sus clientes, en la figura de los operadores de redes de servicios públicos.
Sin embargo, las empresas de servicios de campo también se enfrentan a los retos específicos de la era poscovid; entre ellos, el efecto de la "Gran renuncia", con miles de trabajadores que han dejado su empleo tras la pandemia. Muchos puestos quedaron vacantes y las empresas están teniendo dificultades para cubrirlos. Además, la nueva generación de trabajadores tiene menos apego a las empresas que sus predecesores: cambian de trabajo con mucha más frecuencia y eligen la flexibilidad frente a los beneficios acumulados. Y el sector de los servicios de campo no es una excepción, lo que se traduce en una falta de trabajadores cualificados que tengan suficiente experiencia en el sector.
Como consecuencia, las empresas se apresuran a contratar nuevos empleados. Ellos no siempre poseen la formación necesaria para desempeñar en el trabajo, los técnicos recién contratados únicamente reciben unas cuantas semanas de formación antes de empezar a realizar trabajo de campo. Según Service Council, 2022 Voice of the Field Service, la falta de conocimientos y habilidades de los técnicos es una de las principales presiones para el 40% de las organizaciones de servicios.
Además, cada vez hay más presión para ejecutar un elevado número de operaciones y realizar numerosas tareas en poco tiempo. Las tareas administrativas (como documentar e informar) son las primeras en sufrir esas limitaciones. Más del 50% de los técnicos dicen que "el papeleo y las tareas administrativas" son agotadoras, según un estudio realizado en 2022 por el Service Council. Los técnicos están obligados a hacer fotos de sus trabajos de instalación y por ello lo hacen, pero la mayoría de las veces las fotos acaban siendo borrosas, no centradas en el elemento correcto, con malas condiciones de iluminación, etc.
O peor aún, los técnicos realizan sus tareas con demasiada rapidez, lo que genera irregularidades en la instalación. Tendiendo que realizar cerca de 30 tareas visuales para instalar un nuevo contador eléctrico, por ejemplo, es un proceso complicado de perfeccionar.
Afortunadamente, esto no tiene por qué ser un problema. Estos son 3 consejos que les tenemos, para ofrecer la mejor calidad de servicio en las instalaciones de contadores inteligentes.
Consejo #1: Aprovechar el poder de las fotos de campo para documentar tus instalaciones
Las fotos se están abriendo paso en el mundo de los servicios de campo, pero aún no se ha explotado todo su potencial. A diferencia de otros lenguajes de comunicación, como el texto o el correo electrónico, la fotografía es universal: tanto el remitente como el destinatario lo entienden al instante, lo que lo convierte en una forma cómoda de informar e intercambiar información.
Las fotos también son rápidas y fáciles de proporcionar, a diferencia de, por ejemplo, llenar formularios. Una foto vale más que 1000 palabras. Es un informe eficaz y contiene información valiosa al mostrar el resultado de las acciones realizadas por el técnico: ¿Está instalado el contador de forma correcta y segura? ¿Están bien colocados los cables? ¿Es exacto el número que aparece en la pantalla del contador?
Sin embargo, esto solo es cierto si se garantiza la integridad de los datos, lo que exige verificar la foto. La integridad de los datos está en el centro de un sistema basado en la confianza, como el mundo del despliegue de infraestructuras y los servicios de campo. Comprobar la integridad de la foto implica asegurarse que contiene el elemento esperado, que debe ser totalmente visible, y que la foto no esté borrosa y tomada con buena iluminación. Por ese motivo, el reconocimiento de imágenes es la clave para convertir las fotos en datos fiables para las operaciones sobre el terreno. Las fotos de campo rutinarias verificadas en tiempo real por la IA son las nuevas herramientas que tienen los técnicos para informar de su trabajo y liberarse de la molestia de tener que rellenar largos formularios.
Consejo #2: Afuera el antiguo proceso de control de calidad y seguridad, bienvenido el First-Time-Right (Bien a la primera) basado en IA
Al igual que el proceso de elaboración de informes, el control de la calidad y la seguridad sigue realizándose de forma manual en el sector de los servicios públicos. Para compensar la falta de conocimiento de los trabajadores sobre el terreno, las empresas han empezado a verificar sistemáticamente cada operación de forma manual, enviando a una persona a realizar la comprobación in situ, o han renunciado por completo a ese proceso, lo cual no es la mejor solución.
Pero con las herramientas basadas en IA, las empresas pueden contar con un control de calidad en tiempo real e inspecciones de seguridad automatizadas integradas en la instalación del contador inteligente. Gracias al análisis inmediato de las tareas y a la información en directo para los técnicos, los trabajadores de campo tienen la posibilidad de hacer lo que corresponde durante la primera visita.
Consejo #3: Apoyarse en la IA para generar confianza entre todos los implicados
Una de las formas de compensar la falta de trabajadores sobre el terreno es contratar subcontratistas para los servicios públicos. Pero esto supone un reto para los operadores de red, que deben garantizar que se cumplan sus estándares de calidad. Por desgracia, los múltiples niveles de subcontratación dificultan la obtención de información tangible sobre las operaciones sobre el terreno
La noción de confianza es clave en este tipo de ecosistemas, y la IA es la clave para restaurarla al exigir a los trabajadores responsabilidad sobre el terreno y aligerar a las empresas tener que vigilar de cerca cada una de sus instalaciones para centrarse en aquellas más problemáticas.
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