Impulsada por las políticas europeas y una ayuda financiera de 15.000 millones de euros destinada a los Estados miembros, el despliegue de fibra óptica se ha convertido en un desafío tecnológico fundamental para ampliar el acceso a una conectividad de alta velocidad. En este sentido, representa un factor clave para el desarrollo económico y la inclusión social. Por tanto, Europa es la región mejor abastecida, seguida de cerca por Norteamérica. ¿Qué lecciones podemos aprender de la última década y cómo podemos aprovechar estas lecciones para implantarlo más rápida y ampliamente en América Latina?
Combinación de velocidad, gestión de contratistas y seguimiento de los calendarios de despliegue
Aunque no todos los países europeos iniciaron el despliegue al mismo tiempo, la velocidad de creación de redes y la puesta en marcha han resultado determinantes.
En el hipercompetitivo mercado de las telecomunicaciones, ser el primero en desplegar puede ganar nuevos clientes: la fibra se ha convertido en una tecnología de conectividad muy difundida, con muchos hogares que desean acceder a ella. La fibra óptica no sólo actúa como palanca competitiva para ganar nuevos clientes y cuota de mercado, sino también es una forma de aumentar la cesta media de los consumidores - e ingresos de los operadores - ya que los precios son más altos que los de ADSL.
Para acelerar el ritmo de conexión de los hogares a la fibra óptica y satisfacer la creciente demanda, los operadores han tenido que acudir a contratistas. Como resultado, el gran volumen de operaciones hace difícil garantizar que el trabajo se realiza siempre con la máxima calidad, sobre todo cuando la responsabilidad está en manos de tantas partes interesadas. Sin un control directo y en tiempo real, se enfrentan a anomalías debidas a intervenciones que no cumplen las exigencias de calidad. Esto retrasa la entrega de equipos durante la fase de construcción de la red, o la puesta en servicio de la red para los abonados durante la fase de conexión.
Es fundamental hacerlo bien a la primera para cumplir los plazos marcados y evitar así posibles sanciones y costes adicionales asociados a una extensión del calendario. Esto es lo que First Time Right Automation permite: mediante sistemas de inspección visual, detecta anomalías en las fotos que los agentes de campo hacen de su trabajo, y le informa al respecto. Así se evitan los retrasos causados por defectos de la red. Los operadores de los países latinoamericanos que acrediten eficacia para acelerar el despliegue de sus redes se verán sin duda favorecidas, al igual que ha sucedido en Europa.
Automatizar el control de calidad desde el inicio del despliegue de la red
En Francia, muchos operadores utilizan sistemas de reconocimiento de imágenes para controlar la calidad de sus operaciones, como el de Deepomatic. Fotos tomadas por los operadores sobre el terreno se analizan en tiempo real, y reciben información para corregir los fallos detectados. Pero este proceso automatizado de control de calidad se ha implantado relativamente tarde, cuando la red ya estaba desplegada y las conexiones se encontraban en una fase avanzada. El país sigue sufriendo los problemas de calidad derivados del pasado, especialmente en sus puntos de mutualización.
Aunque el despliegue de las redes de fibra óptica ha comenzado más recientemente en América Latina, es fundamental que los operadores comprueben sistemáticamente y desde el principio el trabajo realizado por los subcontratistas - una tarea posible gracias a la IA. El objetivo es construir una red sobre bases sólidas, sin esperar a que surjan problemas de calidad muy graves. Por ello, la CTO (o NAP), que representa el eje central de las redes, al igual que los puntos de mutualización en Francia, requiere el máximo cuidado en el momento de su instalación.
Cuantos más problemas se acumulen en un equipo, más cara será su reparación. Sobre todo, porque la mala calidad del servicio está sujeta al efecto bola de nieve: cuando los técnicos operan en equipos que ya se han deteriorado, son normalmente menos precavidos en sus acciones. Si se respetan las normas desde el inicio, esto anima a cada trabajador de campo a hacer su labor correctamente. Beneficio extra: la experiencia del suscriptor no se ve perjudicada y se evita la pérdida de clientes.
Prevención de errores en redes aéreas y subterráneas para evitar sobrecostes
En Europa, el despliegue de fibra es una combinación de redes subterráneas y aéreas, con preferencia en las aéreas para las zonas rurales.
Latinoamérica tiene sus propias características geográficas: algunos países son mucho más grandes que los de Europa, haciendo que el despliegue sea naturalmente más largo y la inversión más elevada. Para no perder tanto tiempo y reducir OPEX, los operadores sudamericanos también optan por un despliegue mixto.
Cada tipo de red tiene sus ventajas e inconvenientes: la red aérea de fibra utiliza la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones, es decir, los postes, para tender los cables de fibra e instalar los equipos. Esto permite un despliegue menos costoso. A largo plazo, sin embargo, la factura puede aumentar drásticamente si no se cumplen determinadas normas de calidad durante el despliegue. De hecho, la red aérea suele estar menos organizada, y algunos postes acaban sobrecargados, precisando numerosas y recurrentes operaciones de mantenimiento.
Por otro lado, las redes subterráneas requieren la excavación de zanjas y cámaras de tracción para instalar los cables por los que se extenderá la fibra óptica. Esta obra civil es costosa para los operadores de infraestructuras.
Es fundamental optimizar el OPEX reduciendo los costes de control de calidad y evitando rectificaciones. Gracias a First Time Right Automation, los operadores aplican sus normas a escala y todas las operaciones realizadas por contratistas se controlan en tiempo real, reduciendo las visitas repetitivas.
Preparar a los trabajadores sobre el terreno en un entorno de escasez de personal calificado
América Latina, como el resto del mundo industrializado, sufre una escasez de personal calificado en el sector de los servicios de campo: las empresas tienen dificultades para contratar.
Los nuevos empleados que consiguen contratar se ponen rápidamente a trabajar sobre el terreno, sin experiencia suficiente. Es justamente esta falta de experiencia la causa de muchos errores durante las intervenciones.
Para superarlo, las empresas, incluidos los operadores de telecomunicaciones y sus subcontratistas, necesitan aprovechar las soluciones digitales para apoyar a los equipos sobre el terreno en su misión, guiarlos y permitirles hacer bien su labor. Gracias a la plataforma de First Time Right Automation de Deepomatic, los empleados de campo pueden disponer de herramientas de control de calidad automatizadas que les proporcionan información en tiempo real a través de su dispositivo móvil para corregir posibles anomalías.
Aunque el despliegue de la fibra óptica en Latinoamérica presenta sus propios retos debido a las especificidades locales técnicas y urbanas, de la experiencia europea se pueden extraer muchas enseñanzas para optimizar el proceso y limitar los costes para los operadores y sus subcontratistas. ¿Su mejor aliado en este desafío? La tecnología de First Right Automation, que contribuye a la indispensable transformación digital de los operadores de telecomunicaciones.
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